viernes, 6 de febrero de 2015

LA MIRADA QUEDA



Despierto de un sueño desvanecido, como de gasa fina y blanca hecha jirones. Me topo con tu mirada gris. Hay en tus ojos un rastro de bronca vieja. Como de reproche pasado por agua. Brillante y apagado al mismo tiempo.
A veces uno fantasea... pero no esas fantasías de antaño, de juventud, de magia. Fantasías propias de la parte más descolorida de la vida. Y entre las más preciadas está la de irse de este mundo de tristeza sin dolor, al menos en ese tirón final.